Quiero presentarles a dos libros muy esperados: “Historias de Chonchi Bolis” y “Chonchi Bolis y las brujas de Chonchiville”, de Lucy Morra.

Lucy es una pionera. Viene al taller desde hace 8 años… ¡por Skype! Fue de mis primeras alumnas, así que me vio cambiar y aprender a ser profe como nadie.

Ella siempre defendió su espacio, porque la escritura es una parte esencial de su vida. La admiro mucho por eso: la tiene clarísima. Y lo bien que hace, porque sus textos son hermosos. Tiene una mirada curiosa, atenta y muchas veces disparatada que me hace reír. Y también descubre situaciones humanas con una sutileza que me deja pensando. Con ella se puede hablar de todo, es franca y tiene una escucha admirable. Toma todos los comentarios con gusto. Y trabaja. Escribe muchísimo. Y reescribe más. Todos sus textos vienen con una aclaración al lado del título: “en construcción”. También le admiro esa actitud: la humildad de saber que estamos siempre en proceso.

Tal vez por eso costó tanto llegar a la publicación: ella disfruta mucho de la escritura en sí. Pero justo hoy hablábamos del comienzo, de cómo se le ocurrió empezar un taller de escritura. Cuando falleció su compañero de toda la vida, se acordó de una frase que él le decía: “estaría bueno que escribas para alguien más que para mí”. Y después llegaron las nietas, con sus historias de Chonchibolis, unas criaturas misteriosas que tienen todo tipo de aventuras, a pedirle que invente más historias para ellas.

El otro día les contaba acerca del censor/depredador/gollum… Pero también tenemos que tener en cuenta a los/as grandes ayudantes de la creatividad. Las personas que nos apoyan y nos alientan. Las que nos dan fuerza para seguir adelante. Lucy encontró en su familia, en la ilustradora, otra Ceci, que también la pinchó para que el libro se materializara, en su hermano, que gestionó la impresión y seguramente en muchas personas más, afirmaciones que la ayudaron a que los libros fueran una realidad.

Conmigo, es mutuo. Yo soy una afirmación de su proceso. Y ella es una afirmación del mío. Para mí es un orgullo enorme ser su profe.

¡Gracias, Lucy! ¡Bienvenidos, Chonchi Bolis!

 

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