Dinámica de la clase
1. Una/a autor/a lee su texto en voz alta.
2. Cada compañero/a hace una devolución. Una vez que la persona terminó de hablar, ya no puede agregar nada más. No hay debate. Hay monólogos breves.
3. La coordinadora realiza una síntesis de lo que se dijo y agrega su devolución y propone cuáles serían los próximos pasos para trabajar el texto.
4. El autor/a puede hacer preguntas si no entendió algún punto de la devolución.
Cuando damos una devolución
1. Todo lo que decimos tiene como objetivo ayudar al/la compañero/a. Todas las devoluciones son de buena fe.
2. Leemos todo como ficción. La voz que cuenta la historia pertenece a un/a NARRADOR/A, no al/la autor/a. Nunca hacemos referencias personales. Ejemplo: “Me impactó cuando la narradora echó del lugar a su vecina” (así está bien). Contraejemplo: “Me impactó cuando echaste del lugar a tu vecina” (así está mal).
3. Está prohibido hacer comentarios personales a partir del texto. Por ejemplo, si alguien escribe un texto en primera persona en el que al protagonista se le muere el perro, no puedo decirle al/la autor/a “Ay, pobre, ¿estás bien? Qué triste… A mí también me pasó…”
4. Mientras escuchamos, marcamos en el texto todo lo que nos llame la atención (subrayando, haciendo círculos, anotando palabras, etc). Por ejemplo:
-lo que me gustó (o lo que no me gustó)
-lo que me impactó emocionalmente (no importa cuál sea la emoción)
-lo que no entendí
-lo que me dio intriga y me gustaría saber más
-lo que me hizo ruido
-lo que considero muy importante para el texto
-zonas en las que me distraje de la lectura (esto es un termómetro y para el/la autor/a es muy útil saberlo)
5. Cuando me toca dar la devolución, no repito lo que ya se dijo. Puedo decir “Coincido con Fulano, y agrego…”. Buscamos la concisión, brevedad y claridad.
6. Empiezo valorando lo positivo del texto. Reconozco los hallazgos y los puntos fuertes, siempre mencionando lo que marqué. Por ejemplo: “me gustó mucho el ritmo, especialmente en el párrafo 3”. De a poco nos vamos entrenando en ser precisos/as con las observaciones. Luego voy a los problemas que encontré, también citando los lugares exactos en el texto.
7. Prohibido decir “yo en tu lugar habría hecho tal cosa”. No le decimos al/a autor/a lo que tiene que hacer. Si me surge una idea de ese estilo, la puedo usar para mí. La tomo como una inspiración: el texto de mi compañero/a me despertó tal imagen, tal escena, etc. Cambiamos el “yo en tu lugar habría hecho…” por el “yo en mi lugar voy a hacer”.
8. No le hago preguntas al/a autor/a sobre qué quiso decir con X, cómo sigue la historia, cómo se le ocurrió, si le pasó en la vida o si lo inventó, etc. Solamente hablamos de lo que está escrito.
Cuando recibimos una devolución
1. Antes de leer, no hago preámbulos. No me justifico ni me autoflagelo, no explico lo que hice, no cuento cómo surgió el texto. Nada. Mutis.
2. Al leer, me tomo mi tiempo. Es re importante leer de forma pausada y clara, bien tranquilo/a. Esto ayuda muchísimo a seguir la lectura. Y también, con la práctica, se va convirtiendo en un momento valioso para registrar cómo suena el texto.
3. Cuando termino de leer, me abro a la escucha. Parece obvio, pero no lo es: todo lo que se diga se refiere al texto, no a mí. Me voy entrenando en no tomarme los comentarios a título personal. Tengo en cuenta que todas las devoluciones son subjetivas, que cada uno/a habla desde su punto de vista, sus experiencias, su ideología, etc, etc. Lo rico del grupo es que tenemos muchas y variadas miradas trabajando para nuestro texto.
4. Tomo nota de TODO lo que dicen mis compañeros/as. Esto es muy importante porque si no anotamos, después nos olvidamos de lo que se dijo. Es preferible aceptar todo en primera instancia y dejarlo registrado para después, en casa, tomar una decisión. Si en cambio, me pongo a la defensiva, no puedo tomar lo que me dicen y después no voy a tener la información que necesito para seguir trabajando el texto.
5. No respondo a ninguno de los comentarios. No aclaro qué quise hacer, qué pensé para seguir la historia, cómo se me ocurrió, qué sentí mientras escribía. Nada. Mutis. Simplemente escribo lo que escucho.
6. Si no entendí algo de lo que me dijeron puedo hacer PREGUNTAS, no comentarios ni justificaciones.
¿Tenés alguna duda? Escribila en los comentarios y te respondo 😉