I
Tan huesolita que te ibas
tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra te ibas quién te roba última brisa de la brisa o flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis días oh piedra llena llaga
hermosa!
V
Te regalé unas cuentas indias
y había un color de aroma hereje tan sobre mí caía el cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién sino vos me la naciste y en quién sin vos ellas se mece te di en la tierra qué colores sonorositos magamente remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras gentes besos de piedras recobradas entre tus manos vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces
redondeles
VI
Guardo tus ramas en mi casa
y tan del monte o hijas del árbol entenaditas de la noche hijas de diablo hijas de santo día me dan su mancha de oro en madrugadas pencos largos yo me las traje de tu ausencia son un adiós ensortijado yo me las tengo creo y creo supersticioso las ensalzo sus pequeñeces son un mundo terrible y fino desangrado y se están quietas como piedra briznal piedra de pájaro quiero decir pájaro seco crucificado en cal y clavos rama del pájaro bebido corazón del dulcevaciado están están pena de leña tan piedrosita en mi
costado!
Juan Carlos Bustriazo Ortiz
Fuente: Ediciones En Danza