Rasgado (fragmento), de Lila Zemborain
como un rasguido, un rasgado del
alma, un celeste rasgarse de la atmósfera con
el ruido ensordecedor que surca los cielos, que rasga
los cielos, cielo celeste rasgado por el clamor, sonido
que rasga el celeste, celeste cielo escolar, celeste
cielo que damos por sentado, celeste cielo
que allí permanece, pero el sonido como una
trincheta rasga el celeste, cae del cielo el emisario
se dirige con su instinto hacia las sombras
amor, amor celeste de los cielos, cielo de mis
entrañas, mi hijo, mi hijo, por qué no ser un solo
llanto, un solo llanto y ser un solo llanto celeste
ensordecedor en el cielo celeste del otoño todo
rasgado, todo rasgado por el ruido ensordecedor del
cielo, cielo celeste rasgado, cielo celeste, azul celeste
lorenzo, lorenzo y el horror tan ajeno de lo
otro, de lo otro que es horror, pero es un hijo que
está allí, tan cerca del impacto, por suerte, tan cerca
del impacto que es alivio y pavor e incertidumbre y
constancia, pero es hijo que está allí vivo, los
árboles en su lugar, la escuela en su lugar, la plaza
en su lugar, lorenzo en su lugar, lorenzo en
su lugar, lorenzo en su lugar, mi hijo lorenzo en su
lugar, mi hijo lorenzo en su lugar, lorenzo en su lugar
lorenzo en su lugar, lorenzo en su lugar, lorenzo
lorenzo, lorenzo, lorenzo, lorenzo lorenzo, lorenzo
lorenzo, lorenzo, lorenzo, mi amor lorenzo
mi hijo lorenzo, lorenzo en su lugar, lorenzo
lorenzo, lorenzo, lorenzo, lorenzo, lorenzo, lorenzo
lorenzo, lorenzo, lorenzo en su lugar, lorenzo en
su lugar, y un deseo y sensación de abrazo, de enorme
amor en la distancia, lorenzo en su lugar, y todo lo que
es mío y es lorenzo, y todo lo que es mío y es lorenzo, es
mi vida y es lorenzo, es mi amor y es lorenzo, rasgado
el cielo, rasgado el celeste del amor, rasgado el cielo
en mil pedazos, rasgado el cielo, lorenzo, rasgado el
cielo, lorenzo, es mi amor, es mi amor, es lorenzo, rasgado
el cielo, es lorenzo, es lorenzo, mi amor es lorenzo,
mi amor es lorenzo, mi amor rasgado el cielo es lorenzo
y no poder dar fin a ese dolor del que se salva, y no
poder dar rienda suelta al dolor del que se
salva, dar rienda suelta al dolor, y es tan otro
el dolor de los otros que es intolerable, y es tan
otro el dolor que no se puede ver ni oir, aunque se
ve y se oye, allí en la permanencia del celeste
martes 11 de septiembre 2001
Lila Zemborain
Fuente: http://laseleccionesafectivas.blogspot.com.ar/2006/10/lila-zemborain.html
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