“No puedo empezar a escribir, no sé cuál es el principio” y “Me trabé al final, ¿cómo hago para terminar el texto?” Son dos preguntas que me hacen mucho y que veo relacionadas. Así que me propuse indagar un poco en el asunto y aquí comparto el resultado en video: una reflexión sobre los comienzos y los cierres y algunos tips para que pongas en práctica y puedas salir del atolladero.
Como siempre, espero tus comentarios.
Si te gustó el video, ¡compartilo! Lo más lindo de esto es que la información circule 🙂
Excelente Ceci, a mi en particular me parece que si bien el texto tiene que tener el suficiente contenido para que no quede al «libre albedrio» del lector, soy un fanatico del final abierto. Es decir, en donde el autor ya dijo lo necesario como para no terminar en un desenlace redundante o en forma de oreja, porque si se supo señalar claramente el camino no hace falta estirarlo demasiado. Se me ocurre el final del cuento «El monstruo» de Daniel Moyano, a modo de ejemplo para este tipo de final.
Muchas gracias, como siempre por tu ayuda para ahondar en este mundo de lo literario.
¡Muchas gracias, Adrián! Claro, me refiero a los falsos finales abiertos, cuando el autor abandona el texto antes de que termine, al mejor estilo «hasta acá llegué, imaginate el final». El verdadero final abierto te deja pensando y te obliga a volver a leer todo desde el principio.